La chica del sur
Director: José Luis García
Guion: José Luis García, Jorge Goldenberg
Cinematografía: José Luis García
Música: Axel Krygier
Título Original: La chica del sur
Producción: Argentina | 2012
Duración: 94 minutos
En 1989 José Luis García participa del XIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se realiza en Pyongyang, Corea del Norte. Un evento político auspiciado por la URSS apenas tres semanas después de la masacre de miles de estudiantes en la Plaza Tien An Men de Beijing y cuatro meses antes de la caída del Muro de Berlín.
García registra con una cámara VHS prestada el paisaje surrealista de aquel verano en el que miles de jóvenes llegados desde todas partes del mundo tomaron por asalto el lejano “Reino Ermitaño”. El foco de su mirada cambia cuando Lim Sukyung, una joven activista política, llega de manera clandestina a Pyongyang –obligada a dar la vuelta al mundo para poder llegar al norte de su propio país– representando a los estudiantes de Corea del Sur en el reclamo de la reunificación pacífica de todo el pueblo coreano.
Cuando el Festival termina, Lim Sukyung se niega a volver al sur a través de un tercer país y desafía a las más altas autoridades militares del Norte y del Sur de Corea y de las Naciones Unidas cruzando a pie la frontera más vigilada del planeta*; concentrando en ese gesto verdaderamente revolucionario toda su voluntad de sacrificio por un ideal. Mucho tiempo después, el colapso de las ilusiones juveniles guiarán la búsqueda del realizador, fascinado por el recuerdo de la “Flor de la Reunificación”, con quien se reencuentra en Seúl veinte años más tarde. Sitiada por el acoso de una sociedad todavía en guerra, Lim Sukyung terminará por revelar el profundo e inesperado vínculo que la une a un completo extraño llegado desde el otro lado del mundo.
Fechas:
Sábado 9 de febrero - 22:00hs
Viernes 15 de febrero - 22:00hs
Sábado 16 de febrero - 22:00hs
Viernes 22 de febrero - 22:00hs
Sábado 23 de febrero - 22:00hs
Viernes 1 de marzo- 22:00hs
Sábado 2 de marzo- 22:00hs
PALABRAS DEL DIRECTOR
En mi adolescencia, a fines de los años ‘70 en Argentina, durante la última dictadura militar, me enseñaron que “revolucionario” y “subversivo” eran malas palabras. Me enseñaron esto en la escuela y me bombardeaban con la idea desde la TV. También en mi casa, envuelta en una atmósfera de miedo por aquellos años. Esas dos palabras siembre iban ligadas maliciosamente una tercera: “marxista”. La idea del Marxismo Internacional era algo temible de lo que había que protegerse.
A mediados de los ’80 volvió la democracia a la Argentina y empecé a estudiar cine y a hacer cortos en Súper 8. Con uno de ellos viajé a un festival de cine amateur en Cipolleti, Rio Negro. Ahí conocí a una chica que recién había salido del colegio, como yo, y estudiaba periodismo. Nos enamoramos. En los meses siguientes viajé varias veces para verla hasta que uno de los viajes fue muy breve: “Hola… Chau”. Creo que por primera vez sentí que se acababa el mundo. Un par de semanas más tarde no dudé en negociar con mi hermano mayor –sumergido en los avatares de la política local– la posibilidad de ocupar su lugar en una excursión a las antípodas, el lugar más cercano al que quería ir. Cuando llegamos a Norcorea el miedo acerca de los revolucionarios marxistas se desvaneció rápidamente. No había nada que temer de esos miles de jóvenes que llegaban desde todas partes del mundo. No eran diabólicos y hasta simpatizaba con la mayoría de sus consignas, no importaba cuan utópicas fueran. La mayoría de ellos no sólo criticaba a viva voz al Imperialismo norteamericano, sino que también criticaban en voz baja, o con silencios explícitos, al Imperialismo Soviético que financiaba el Festival y al totalitarismo Norcoreano que lo organizaba. Y hasta al gobierno chino, que acababa de asesinar a cientos de estudiantes que protestaban contra la burocracia en el poder al grito de La internacional.
Casi todos tenían una intención reprimida de subvertir un orden que consideraban injusto. Faltaban sólo cuatro meses para que cayera el Muro de Berlín y un par de años más tarde la disolución de la URSS terminó de dejar claro que el sentido de algo revolucionario tenía que ser buscado más allá de las estructuras estancadas y corrompidas del socialismo real, que lamentablemente también había arrastrado en sus ruinas las mejores utopías. Hubo una sola persona, Lim Sukyung, la chica del sur, que transformó para siempre, con sus gestos verdaderamente subversivos y revolucionarios, mi recuerdo de aquel verano del ’89. Desde una edad en la que las pasiones políticas pueden llegar a entremezclarse de manera vehemente con los amores que uno cree que duraran por siempre, hasta un tiempo en el que –como reflexiona el célebre historiador Eric Hobsbawm– no sólo no sabemos dónde vamos sino que tampoco sabemos hacia donde deberíamos ir.
Entrada General: $25– Estudiantes y Jubilados: $13
Abono: $114. Estudiantes y jubilados: $58
Socios Club La Nación: 2 X 1 en entradas
AVISO: La programación puede sufrir alteraciones por imprevistos técnicos.
MALBA (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires) - Buenos Aires, Argentina
Avenida Figueroa Alcorta 3415 C1425CLA - +54 (11) 4808-6500
* Información extraída de la página oficial del MALBA - Para más información visitar el link: http://www.malba.org.ar/web/cine.php?subseccion=programacion_actual - Información técnica obtenida de IMDB (Internet Movie Database) www.imdb.com
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